#Baúl de los recuerdos 2

...Sacó una gran caja del armario, y sentándose en la cama, la abrió.
Adentro, había de todo: 
cartas viejas, infinidad de cartas,
plumas de diversos tamaños y colores,
fotos en el campo,
pasajes de los últimos tres años,
flores (ya secas) que nunca se había animado a tirar,
envoltorios de chocolates
excéntricos cordones de zapatillas,
auriculares rotos,
dibujos que le habían regalado,
invitaciones a eventos,
programas de teatro,
caracoles,
papelitos con anotaciones sueltas,
llaveros que ya no usaba,
pañuelos de colores,
recuerdos de fiestas,
lápices,
pulseras de tela,
cucharitas de plástico, de las heladerías,
avisos,
escarapelas,
etiquetas de cerveza,
un mazo de cartas muy incompleto,
cintas y broches.
Estuvo horas sacando todos los objetos, recordando el dónde, por qué, cómo, cuándo, para qué de cada uno; leyendo las cartas, casi todas incoherentes, refiriéndose a hechos olvidados de cinco y seis años atrás, totalmente inútiles, totalmente inocentes, totalmente hermosos.

Y cuando hubo terminado, se dio cuenta.
Años, años de recuerdos, viajes, juegos, actividades, encuentros, risas, aventuras.
Él no estuvo en ninguna.

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