¿Inocencia?

El hombre se levanta por la mañana y se mira al espejo. No hay nada en su cara diferente de otros días. Él es un tipo normal. Trabaja, le gusta leer, y alguno que otro programa de televisión.
Llega al trabajo, se cambia la ropa: el trabajo que nadie quiere pero necesario, se te gastan los huesos, se te atrofian los pulmones. Al mediodía, descubre que un muerto de hambre le robó el almuerzo, y se queda sin comer. Y al final de la jornada, le avisan que no habrá aumento, y que le descontaron cada llegada tarde.
Él es un tipo normal, escucha, no dice nada. "Así son las cosas", piensa.
Llega a su casa, se saca la mugre: algunas manchas de metal no se irán jamás de sus manos. Cuando sale, ve la mesa repleta de papeles: es su hija preparando materias para rendir. Hace semanas que no duerme, y él lo sabe. Siente orgullo.
Vuelve al trabajo. Sus compañeros se burlan de él: es un pobre perrito faldero. Pero él siempre agacha la cabeza, y nunca dice nada. ¿Qué va a decir? Si es una persona tranquila. Jamás se ofende. Siempre perdona.
Cuando termina el día, casi a medianoche, vuelve a su casa.
Descubre que las tazas del desayuno siguen en la pileta de la cocina, sucias. Entonces busca a la persona que no las lavó. "Hija de puta". Vuelan las hojas, vuelan los golpes, las tazas se rompen, y hasta la puerta queda media rota, en el intento de huida.

A la mañana siguiente, el hombre se levanta y se mira al espejo. No hay nada en su cara diferente de otros días. Él es un tipo normal. Trabaja, le gusta leer, y alguno que otro programa de televisión.
Pasa por encima el cuerpo tendido en el medio del living, y le dice que no se olvide de barrer la cerámica rota de las tazas. ¿Qué más va a decir? Si es una persona tranquila. Jamás se ofende.
Nunca perdona.

Tu mundo, el mío.
Una sola existencia.
Y esto es tan ilógico como probable.