Voyage

Recién nos habíamos dado nuestro primer beso y yo ya estaba pensando en los siguientes, en las mañanas, tardes y noches juntos. Nos imaginaba cantando, o mirando las estrellas, dándonos algún abrazo que durara horas o riéndonos de algún chiste pasado de moda.
Nada de eso pasó todavía. No sé si pasará, pero encuentro algo de consuelo en la imaginación boba: esa que en medio de la soledad nos hace compañía y que en medio de oscuras noches de insomnio, nos muestra la luz.

No hay comentarios: